mi queja se vuelve
susurro,
y el silencio
indispensable…
como astronauta sin
rumbo
en el mar sideral,
donde caben todas las
dudas
y el tiempo se queda atrás…
tú melodía no para,
produce orgasmos continuos
a los oídos y al alma...
cuando abro los ojos
caigo de bruces en la
cama,
y una fugaz sonrisa
de mi boca, escapa.
3 comentarios:
Verdaderamente un dulce despertar, bien dicho.
Saludos cariñosos.
Que melodía tan irresistible!!!
Besos.
Orgasmos, en las sutilezas de los silencios...
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