abrir la boca con los dedos




inesperadamente, como casi todo lo absurdo que me pasa,
me enredo en las palabras, y no digo lo que quiero, sintiendo,
en este preciso momento 
el arrepentimiento…
cierro  los ojos, y, vuelvo abrir la boca con mis dedos,
pulsando letras que forman palabras,
palabras insolentes,
 que provoquen tú presencia,
sintiendo en este preciso momento,
que me pierdo…

en armonía





Me invade, me envuelve, me disloca… y 
vuelve a ponerla de nuevo, a sabiendas de que me está volviendo loca.
Me llega al alma, la eleva, la ensalza… me extasía ¡¡
Y suena de nuevo en la sala, donde se secaron mis ojos, donde murieron las almas,
allí se enterraron las armas después de la batalla,
es donde te espero cada noche, sin aliento y desbordada,
esperando dar todo a cambio, de una solo mirada,
de una sola sonrisa para ser besada.